Todo en nuestro planeta es biodegradable, es decir, tarde o temprano todo va a ser degradado por microorganismos cuya función natural es, y ha sido, imprescindible para que todos los demás seres vivos en el planeta podamos seguir habitándolo.
Sin embargo, es común que consideremos a los gérmenes (bacterias) como unos microscópicos monstruos hostiles, viscosos y horripilantes, que echan a perder la carne y propagan enfermedades.
Mas para la nueva generación de científicos, los gérmenes son una especie de «esclavos» hábiles y obedientes, dispuestos a curar enfermedades, limpiar derrames de petróleo e incluso hacer chocolates. Esta fuerza laboral, eficiente e incansable, ha surgido gracias al desarrollo de la biotecnología.
En el tratamiento de aguas residuales, los microorganismos (principalmente bacterias) consumen los componentes orgánicos convirtiéndolos en bióxido de carbono, agua y energía para producir nuevas células. Finalmente, los contaminantes solubles son transformados en biomasa insoluble que se podrá remover mecánicamente, y así poder ser aprovechada para recarga de suelos.
Esta nueva tecnología fue descubierta por los biotecnólogos hace aproximadamente 45 años, lo cual vino a revolucionar, de manera definitiva, la forma en que se pueden hacer las cosas, ofreciéndonos la posibilidad de restablecer procesos biológicos de limpieza del agua que utilizamos, desde el mismo origen de la descarga contaminante de nuestras casas, empresas, industrias y en general de nuestras comunidades.
El argumento fundamental de esta tecnología amigable con el medio ambiente es, básicamente, que podemos dejar de afectar el ciclo natural del agua, así como los procesos biológicos naturales de su limpieza (mismos que tenemos sometidos los seres humanos al almacenarla para posteriormente distribuirla, potabilizada y utilizarla en nuestras necesidades de limpieza, producción, sanitización, consumo, alimentación, salud, etcétera).
El tratamiento biológico de aguas residuales en los diferentes sistemas que existen (trampas de grasa, fosas sépticas, plantas de tratamiento, lagunas, ríos, mares, registros, drenajes, cárcamos), consiste en la transformación y digestión de residuos, por las bacterias que realizan de manera inteligente y natural esta función. Gracias a su trabajo podemos seguir habitándo el planeta, ¿realmente son nuestras enemigas?
(Extraído del libro Bio-Descontaminación del Agua)