Este planteamiento muy en boga hoy en países europeos, debe entenderse como el opuesto al de economía lineal. Se trata de dos modelos diferentes a la hora de entender todo lo relacionado con la economía en la que vivimos hoy en día (la obtención de materias primas, fabricación de productos, eliminación de residuos, beneficios empresariales y papel de los consumidores).
El esquema general de la economía lineal plantea, la obtención de materias primas, la fabricación de productos y servicios, el consumo por parte de la población a fin de satisfacer necesidades cotidianas, la eliminación de lo que consumimos como residuos, los beneficios empresariales que este consumo representa para el fabricante y la cadena de venta; así como el papel de los consumidores en este esquema, que son quienes por decisión propia son parte fundamental de este modelo económico “lineal”.
Si tomamos como ejemplo de este modelo económico lineal, “agua embotellada”, este producto presenta normalmente un proceso económico de tipo lineal. Por lo tanto, primero se extraen unas materias primas, (resinas para la fabricación de los envases de PET, así como solventes y productos químicos), después dichos materiales se refinan para obtener un producto de manera industrial y finalmente, el producto es llenado con agua que es previamente purificada con equipos especializados y químicos para que el consumidor final pueda adquirirlo.
El proceso no termina aquí, ya que el consumidor deja de utilizar el producto adquirido, el cual se convierte en un residuo. Este sistema es como una línea con un principio y un fin.
La economía lineal se fundamenta en dos grandes principios:
1) un crecimiento económico permanente, basado en el deterioro medioambiental y
2) un consumo necesariamente constante.
La “economía circular”, es un nuevo esquema de intercambio económico, que se presenta hoy como una alternativa que nos ofrece la posibilidad de corregir las grandes afectaciones que hemos venido provocando al medio ambiente y consiste en hacer más con menos. Esto es, que las materias primas y los productos que consumimos a diario, no terminen siendo un residuo, sino que puedan ser reutilizados, reciclados, o tratados para que vuelvan a servir para nuevos productos.
Si tomamos nuevamente como ejemplo el producto “agua embotellada”, la aplicación de esta propuesta sería la siguiente:
Se establecen dispendios de agua purificada en cada tienda o supermercado donde las personas en vez de comprar botellas de P.E.T., llevan su propio envase y lo rellenan, seguramente a costos más bajos.
El consumidor no se desprende del envase que en su día adquirió, sino que lo cuida evitando así la generación de residuos. Cabe señalar que de ésta forma se continúa teniendo la seguridad de la calidad del agua que se ingiere y la decisión de consumo del cliente, va estar en función de un mejor servicio del que vende el agua.
Como consecuencia, se producen menos residuos y por otra parte, la compañía fabricante no tiene que fabricar más envases, sino equipos de purificación que puede estar manteniendo y actualizando permanentemente, sin requerir continuar afectando el medio ambiente, pues ya no tiene necesidad de conseguir tantas materias primas. Así mismo, si el equipo purificador se daña o es susceptible de mejorarse, se puede reparar o modificar y el coste de la reparación es inferior a comprarse uno nuevo.
Como podemos observar, este modelo de “Economía circular”, es menos contaminante que el lineal, genera beneficios económicos a partir de la innovación y no implica un aumento de precios para el consumidor final.
Se trata de una economía circular, porque los residuos que se generan no se eliminan totalmente sino que regresan al proceso de producción para fabricar nuevos productos o para otros fines. En cualquier caso, se trata de un sistema que se puede aplicar a todo tipo de sectores empresariales. Para muchos economistas, la economía circular podría ser una solución para frenar la contaminación del planeta.
Recuerda, soluciones para cuidar nuestra salud y la del planeta existen, sólo hay que comprender lo importante de nuestra actuación como consumidores inteligentes. Si te interesa ser parte de esta nueva forma de consumo y hacer más con menos, comunícate con nosotros. www.sibica.net
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