Por lo general la idea de caos alude a la falta de orden, a la desorganización o al desconcierto. Hoy por hoy, muchos de nosotros entendemos la importancia de contar con este valioso recurso, agua, gracias a la cual podemos realizar muchas de las actividades básicas en nuestra vida, desde nutrirnos adecuadamente, hasta resolver los problemas de mugre y contaminación. Sin embargo no siempre somos conscientes de ello, sino hasta que el agua falta.
La comodidad de contar con agua potable con sólo abrir la llave para obtenerla y contar además con sistemas de desagüe o descarga del agua que utilizamos en la limpieza diaria para sacar residuos y sustancias tóxicas de nuestros hogares y oficinas, nos permite preocuparnos únicamente por realizar nuestras demás actividades cotidianas, pero, sólo basta que no la tengas a la mano para darnos cuenta de cuánto dependemos de ella, y sentirnos desconcertados.
El caos ocurre cuando el agua falta. Cuando llega arrastrando lodos, cuando comienza a haber indicios de contaminación. Es entonces que comenzamos a recurrir a las soluciones alternas compra de agua en pipas, de garrafones, o las soluciones que nos venden en la tele, filtros, ácidos, etc. Estas soluciones pueden ayudarnos a resolver el problema en el momento, pero no son una solución sana, ni duradera y a veces muy costosa.
Es importante entender el origen de estos problemas. Lo primero, el suministro de este recurso a tu casa o empresa depende no sólo del trabajo de empresas municipales y estatales para proveer de este recurso a nuestras comunidades desde cuerpos de agua alejados, potabilizándola en grandes y costosos sistemas de tratamiento, almacenándola en grandes depósitos desde donde la pueden distribuir a la población. Este abastecimiento depende también, de que llueva y se recarguen los cuerpos de agua, desde donde se abastecen estos sistemas de distribución. Así mismo, debemos ser conscientes de que cada vez somos más los que requerimos del recurso y que las industrias agrícolas y de transformación la requieren también para producir alimentos.
Por otro lado, aún con todo el esfuerzo que se hace para que llegue el agua bien potabilizada a tu casa o empresa, dependemos de que los ductos que se utilizan para este fin, no estén dañados, y contengan residuos diversos lo que implica que el agua que llegue a tu casa puede llegar poco o muy contaminada y es entonces que recurrimos a adquirirla en garrafones o botellitas lo cual nuevamente implica un alto costo para nosotros.
La invitación es a que seamos conscientes, si queremos que este recurso no nos falte, debemos cuidar desde nuestro hogar y empresas, no contaminarla, reforestar, cuidar nuestros jardines, no abusar del uso de químicos en nuestras descargas, educar a nuestros niños y jóvenes a respetar cada gota de agua a quien le debemos toda nuestra gratitud. Aún estamos a tiempo, evitemos el Caos